Una de las cosas más hermosas del Proyecto AjeBótica es que traspasa las paredes del aula y llega a los hogares. A lo largo del curso, muchas familias nos han compartido algo que se repite una y otra vez:
“Desde que comenzó AjeBótica, en casa jugamos más, hablamos más y nos emocionamos más”.
Y es que cuando el ajedrez entra en casa, también entran el diálogo, la concentración, el respeto y la ilusión compartida.
🏡 ¿Cómo pueden las familias acompañar este proyecto?
📦 1. Tener un tablero en casa
No hace falta uno caro. Incluso puede imprimirse uno en papel. Lo importante es jugar juntos, al menos una vez por semana.
🗣️ 2. Conversar sobre lo aprendido
“¿Qué jugada te gustó más esta semana?”
“¿Qué carta de la suerte te tocó?”
“¿Qué tal fue tu partida con Bee-Bot?”
🎯 3. Valorar el esfuerzo, no solo el resultado
Reforzar frases como:
“Me gustó cómo pensaste antes de mover”
“Lo importante no es ganar, es mejorar”
📚 4. Leer cuentos o ver vídeos juntos
Hay muchos libros y recursos adaptados a la infancia que refuerzan los valores del ajedrez y estimulan el gusto por pensar.
📸 5. Compartir momentos ajedrecísticos
Enviar fotos, anécdotas o dibujos al tutor/a para compartir en clase:
“Mira cómo jugamos con el abuelo este domingo”
“He inventado una pieza nueva en casa”
🧠 Lo que el ajedrez deja en casa
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Paciencia
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Escucha activa
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Gestión del error
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Vínculo familiar
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Risas, tiempo compartido, memoria emocional
AjeBótica no necesita tareas en casa. Pero sí espacios donde el ajedrez siga vivo como juego, como vínculo y como forma de estar juntos.
🤝 Gracias, familias, por ser parte del tablero
Porque sin vosotras, este proyecto no sería lo mismo.
Gracias por escuchar, por jugar, por preguntar y por confiar.
Porque cuando el ajedrez se juega en casa, la educación también lo hace.

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